
La leyenda mitológica del príncipe Astur o Astyr desciende de la tradición de los dioses egipcios y podemos dotarla de gran valor dentro de Cantabria y Asturias, ya que parte de dicho relato aparece narrado en estas dos provincias.
La leyenda del príncipe Astur destaca al Real Valle de Camargo pues como Don Francisco de Sota comenta en su obra “Chrónica de los príncipes de Asturias y Cantabria” dicho príncipe había establecido su castillo en el pueblo de Igollo:
“Astur, hijo de Isis y nieto de Osiris heredó de un hermano suyo, Horo, las regiones que a partir de entonces se denominarían Asturias y asentó la capital de su reino en Igollo, cuyo nombre deriva de Isis y Osiris y donde quedan restos de un roquedal en forma de circo”
Fue también el padre Sota, quien en esta obra hace referencia al príncipe como el primer rey Astur y el responsable de que Camargo, y más concretamente, Igollo se vean ennoblecidos por la abundancia de personas de alto linaje pues estos ilustres caballeros son descendientes de este príncipe mitológico (posible explicación al hecho de que en el Real Valle de Camargo y en la pedanía de Igollo podamos encontrar gran cantidad de casonas blasonadas con un gran valor histórico).
“El primer rey Astur había instalado su palacio y solar hacía más de 3000 años en Igollo (Camargo), siendo sus descendientes reyes, duques y condes hasta la pérdida de la independencia de Cantabria en el siglo XII. La primera casa solar estaba ya muy dividida en ese siglo y de ahí las tres casas fuertes de Igollo del apellido Ziti, interpretado como Sota”