
Vecino de Revilla que emigró a Cuba, estableciéndose como empresario en La Habana, donde tuvo negocios relacionados con la caña de azúcar, madera, tabaco, etc.
En las primeras décadas del siglo pasado realizó varias obras de beneficencia, entre las que destaca una fundación benéfico-docente, y colaboración en diversas obras como el cementerio y la parroquia de San Miguel de la Calva en Revilla.
Su obra más importante y duradera es la construcción en Revilla de Camargo de las Escuelas Graduadas y casas de maestros en 1926, con singular estilo arquitectónico neotradicional. Según consta, sus fundadores fueron Agapito de la Cagiga Aparicio y su esposa Mª Luisa Gómez Mena. Para su mantenimiento crearon una fundación, el 30 de agosto de 1928, que componían su Patronato el Párroco, el Médico titular y tres parientes del fundador o tres vecinos padres de alumnos. Los bienes eran dos edificios escolares, seis viviendas para maestros y un parque.
En 1927 el rey Alfonso XIII le concedió el título de Conde de Revilla de Camargo, que pasaría después a su sobrino.
Agapito de la Cagiga está enterrado en el cementerio de Colón, La Habana. La casa en la que vivió, llamada popularmente casa de los Condes de Revilla de Camargo es ahora el Museo de Artes Decorativas.